Era una mañana como otra cualquiera. Blancanieves estaba sola en la casa del bosque aguardando con impaciencia la llegada de los enanitos. Al rato, sonaron unos golpes en la puerta.
-¿Hay alguien ahí? -preguntó alguien desde afuera.
Blancanieves con intriga se fue abrir la puerta. Ante ella apareció una anciana cubierta con un velo negro y una enorme y reluciente manzana.
-Hola -dijo Blancanieves con tono de precaución.
-Hola, pequeña -contestó la anciana . -Por haber abierto la puerta te doy una manzana a cambio, te daré la más sabrosa del reino.
Blancanieves aceptó la manzana, pero en ningún momento la probó.
Días después, el enanito Gruñón encontró la manzana en un cajón. Muerto de hambre, decidió comérsela y cayó profundamente dormido.
Tras unas horas de búsqueda sin descanso Blancanieves lo encontró tirado en el suelo. Con miedo se acercó a Gruñón e intentó despertarlo, pero no lo logró. Desesperada llamó a los demás y mientras los esperaba se fijó en el cajón donde había guardado la manzana; estaba abierto y la manzana había desaparecido. Blancanieves se dio cuenta de que algo había pasado y fue a buscar a la bruja. Por el camino se perdió, dando lugar a Caperucita Blanca.
Alejandra, Mario, Nayla y Adrián M.
Me parece una versión muy buena por su originalidad. ¡Felicidades, chicas-os!
ResponderEliminarSi en la música la fusión ha dado grandes obras, ¿por qué no se da tanto en la literatura? Enhorabuena a este cuarteto literario.
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