jueves, 9 de enero de 2020

EL BOSQUE DE LA MUERTE, Raúl Fernández. 2ºB. Laviana

  Había una vez una cabaña en medio de un bosque, donde vivían dos niñas pequeñas y su abuela, que ya era muy mayor.

  A la más grande de las dos niñas la llamaban Caperucita Blanca porque siempre le gustaba ir con ropa blanca y una capucha. Era amable y trabajadora. Su hermana más pequeña era más antipática y siempre vestía una sudadera negra con capucha, la llamaban por eso Caperucita Negra.

  Un día Caperucita Blanca fue al bosque a por castañas y fresas, pero al cabo de dos horas se perdió y sin darse cuenta llegó a lo más hondo y profundo del bosque. Intentó volver tras sus pasos, pero se dio cuenta al rato de que estaba dando vueltas sobre sí misma y decidió comer las fresas y castañas que había recolectado. Mientras acababa de comer se volvió de noche y sólo veía la luz de la luna. Al cabo vio unas bolas rojas rodeándola en círculo, después se acercaban poco a poco hasta darse cuenta que no eran unas simples bolas rojas, eran ojos, pero no ojos cualquiera, eran ojos de lobo y estaba rodeada. Rodeada por dieciséis ojos. ¡AYUDA!
Fueron sus últimas palabras.

  A los dos días Caperucita Negra y su abuela vieron restos de la caperuza de Caperucita Blanca cerca de la cabaña, donde estaban los restos solo quedaban unos huesecillos. Caperucita Negra quedó impactada y lo único que pensaba en ese momento era vengarse de los lobos y matarlos a todos.

  Fue al siguiente día cuando fue la pueblo de al lado donde compró unas flechas, cuerda y cuchillos. Con una rama y la cuerda hizo un arco y cogió un par de manzanas y peras por si tenía hambre, luego se adentró en el bosque.

  Estuvo caminando por horas y sin comer nada hasta que llegó la noche. Cuando se iba a poner a dormir vio unas bolas rojas que se iban acercando, creía que eran luciérnagas, pero se dio cuenta de que eran lobos. Al instante sacó el arco, disparó hacia el que tenía más cerca y sin apuntar le clavó la flecha en el ojo. El lobo cayó en el húmedo suelo, los demás marcharon al ver que su compañero se había caído y Caperucita cogió el pesado cuerpo del animal y se lo llevó a casa, donde con el cuerpo hizo con la carne chuletas y chorizos y con la piel se hizo un abrigo con una capucha de cabeza de lobo negro.


2 comentarios:

  1. Te felicito, Raúl, simpático a la par que original.

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  2. Muy versátil, esa Caperucita Negra, tan pronto hace chorizos como diseña vestuario con la piel del lobo. Genial¡

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